En fechas anteriores al año 1212 el escudo que definía a Madrid ya contenía un oso, o una osa, pues las milicias madrileñas que asisten en aquel año a la batalla de Las Navas de Tolosa llevaban en el estandarte, este animal como emblema. El Compendio histórico de Antonio Álvarez Baena recoge lo siguiente. «… el año 1212 no usaba Madrid de otras Armas que un Oso y Osa, como se lee en las Historias de España, que haciendo mención de la gloriosa batalla de las Navas de Tolosa dicen que los de Madrid llevaban por divisa un oso y éste tenía dentro de su cuerpo las siete estrellas.«
En un principio el blasón de la villa estaba reducido al Oso Pasante. Fue éste el que figuró en la enseña o pendón que llevaron las Milicias Madrileñas en la campaña de Alfonso VIII, en la gloriosa batalla de las Navas de Tolosa.
Francisco Baztán Vergara
El pleito entre la ciudad y la Iglesia
El rey Alfonso VIII concede al municipio el «Fuero de Madrid» en 1202, en el que se le permitía el disfrute de las tierras desde Madrid hasta parte de la Sierra, lo que deriva en un pleito con los clérigos por la posesión de pastos, tierras, árboles y caza de los montes. Tras 20 años de pleito, se acuerda que la Iglesia posea pastos y tierras en tanto el Concejo haga suyos los pies de los árboles. En este momento el municipio empieza a usar la osa rampante y el clero la osa pasante en sus escudos. Es en esta época cuando se empieza a conocer a Madrid como la «Villa del Oso y el Madroño«.
…Que acordaron el Cabildo eclesiástico y el Ayuntamiento para memoria que pintase la Osa paciendo la hierba y el Ayuntamiento la pusiese empinada en las ramas del Madroño.
Ramón de Mesoneros Romanos
En los manuscritos conservados en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor está la evidencia de que en distintos pasajes de la historia de la villa y por diferentes cronistas e historiadores se habla de «osa» y no de «oso».
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Fuentes: Historia de los escudos de la Villa de Madrid – Francisco Carrascosa, y elaboración propia.