El escudo que durante el siglo XX se utilizó en diferentes variantes fue el «simple», el madroño terrasado y «el oso» alzado a su siniestra, con la bordura de las siete estrellas. Destacamos como curiosidad que el Club Atlético de Madrid lo incluyó en su escudo junto a sus rayas rojas y blancas en 1917, pasando después por diferentes modificaciones y en una actualización reciente a su actual logotipo, en 2017.
En el pleno municipal del 28 de abril de 1967 se aprueba la modificación del escudo de la ciudad, pasando la séptima estrella al jefe del escudo y la corona a ocupar todo el ancho del escudo y de forma plana.
En campo de plata, un madroño de sinople, terrasado de lo mismo, frutado de gules, y acostado de un oso empinante de sable. Bordura de azur, cargada de siete estrellas de plata; al timbre, corona real antigua.
Escudo aprobado el 28/04/1967
Y llegamos al siglo XXI cuando, adaptándose a los tiempos, el escudo de Madrid ha tomado una forma de imagen corporativa, convirtiéndose en un identificador de la marca MADRID. La última la actualización se realizó el 6 de junio de 2016, cuando se sustituyeron los signos de admiración, que daban un énfasis turístico a la imagen, la tipografía, así como la gama de colores que podían usarse por un emblema más sencillo y dinámico.
La HERÁLDICA o la ciencia del blasón es un arte auxiliar de la Historia dirigido a fijar unas normas para interpretar correctamente los escudos, insignias o emblemas de manera que sean reconocibles para todos. En aquella época de los siglos XI y XII, los escudos, tanto de personas como de pueblos u otras entidades hacían referencia a hazañas relevantes o elementos de importancia existentes en ellas.
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Fuentes: Ayuntamiento de Madrid y elaboración propia.